⑦ ★★★★★★★☆☆☆
Ben Howard podría ser uno más de todos los cantantes folk post Jason Mraz y José Gonzales hasta que en 2014 lanzó I Forget Where We Were, un disco bien escrito, bien producido, bien compuesto, ya no para escuchar en la playa o andando en bici bajo el sol sino para tomar algo y contemplar la vida en el living de tu casa. Era dramático, depresivo, con rifts oscuros y versos que se estiraban hasta los 8 minutos. La promesa estaba ahí, pero Noonday Dream de 2018 no pudo concretar.
Lejos de rendirse, Howard encontró inspiración en Santa Agnes, la pieza experimental central de 37d03d MixTape01, y pasó los siguientes 18 meses laburando con Aaron Dessner en su cuarto album Collections From the Whiteout. Dessner, frontman de The Nationals, 1/2 de Big Red Machine y reciente ganador del Grammy a Álbum del Año por su participación en folklore parece ser el guante para Howard, con su afición por las baladas ambientales y las letras recitadas y apenas cantadas pero su efecto acá es el opuesto y lo empuja a nuevos territorios, nuevas exploraciones especialmente acertadas cuando bordea el jazz progresivo en Sage That She Was Burning y Crowhurst’s Meme.
Más adelante Unfurling sosprende con su producción pesada y apremiante, y Finders Keepers es una cosa rara que funciona a la vez que te crispa los nervios por su falta de percusión, pero lamentablemente no todo funciona tan bien. Far Out tiene una producción vocal extraña que enturbia la letra hasta casi lo incomprensible y The Strange Last Flight of Richard Russell es una promesa increíble pero que nunca termina de arrancar, y resalta capaz la principal falencia de Collections…: para alguien que supo ser conocido por sus temas largos, este es un disco que se beneficiaria de un par de minutos adicionales para alcanzar la experimentación que claramente busca.
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